Puebla Vieja

Este conjunto arquitectónico alberga un valioso tesoro artístico en retablos, sepulcros, tallas y pinturas.
En este sector, las casonas y palacios, las torres, iglesias y conventos forman un valioso conjunto. Así, la Casa de Zarauz, del siglo XVIII con nobles materiales y solemnes escudos; la de los Peregrines, bellísima pieza arquitectónica popular; la de los Villota, de mediados del s. XVI, con precioso claustro de tipo herreriano, escueto y limpio; y otras muchas más como la de Hernando de Alvarado, la de los Gutiérrez Rada, la de la familia de la Hoz, la de Diego Cacho… y las iglesias de San Francisco (actual convento de las MM.Trinitarias) del siglo XVI; la románica de San Martín, que fue monasterio de benedictinos, y, como culminación de una época gloriosa y de esplendor de Laredo, la parroquia de Santa María de la Asunción, bellísima edificación gótica del s. XIII, con interesante portada de arquivoltas iconográficas, y que guarda en su interior el espectacular retablo de la Virgen de Belén, uno de los conjuntos de escultura flamenca más valioso de cuantos se conservan en nuestro país.
Destacable es la línea de murallas con el torreón alzado detrás del convento de San Francisco, y la puerta de Santa María, puerta de Merenillo o San Marcial, o el arco de la puerta de San Lorenzo, conocida como puerta de Bilbao, y el edificio del Ayuntamiento, del s. XVII, notable ejemplo de arquitectura de Corporaciones, compuesto de dos pisos con arcos de piedra de sillería.
Ruta de la Puebla Vieja
Ruta de la Puebla Vieja
Distancia: 2 km
Descargar para ver en goolge earth
Descargar archivo gpx
Lugares de interés
Ubicado al final de la Plazuela de Cachupín, en el arrabal de la mar, donde partía el famoso camino de Castilla, punto de partida de reyes, comerciantes, viajeros… En ella vivió a partir de 1.737 D. José Benito Zarauz Teniente general de artillería, navegante y armador, siendo posteriormente reconstruida la fachada en el año 1.816.
Destacan los cuatro arcos con piedra de sillería en el soportal, el arranque de la Puerta Medieval de la Mar, en el interior, y la balconada corrida típica de nuestra región, además del escudo nobiliario.
Es un escudo muy barroco con profusión de lambrequines, banderas, picas, cañones y otros atributos militares. Bajo la punta hay una máscara con dos amores que tocan la cuerna. El campo es redondo y lleva las armas de Zarauz.
Si seguimos la cuesta que parte del Palacio de Zarauz y nos adentramos en la calle de San Francisco (antigua de Cordoneros), nos encontramos la casa de la familia Pelegrín, edificación del s. XV ahora en ruinas y de la que apenas se mantiene en pie parte de su fachada. Según el historiador Maximino Basoa, estaba consideraba una de las casas medievales más antiguas de España, y fue tomada de modelo para la reconstrucción de otras edificaciones en poblaciones como Santillana del Mar.
Su construcción data del siglo XVI, en honor a los religiosos franciscanos que tanto auxiliaron a la Villa en las épocas epidémicas. Es el primer convento clasicista de la región a pesar que conserva algún detalle gótico.
Es un templo de una sola nave y de ocho capillas laterales con un coro en lo alto de la nave central. Posee un retablo mayor donde se venera a San Francisco y posee ocho capillas laterales que fueron fundadas por familias nobles laredanas.
En este convento, que posee un hermoso claustro en su interior y un museo con arte sacro, desde 1883 vive una comunidad de religiosas Trinitarias de clausura.
Esta puerta medieval perteneciente a la muralla medieval del siglo XIII se denominó en la antigüedad “Arco de la Calzada”. Posteriormente pasó a llamarse “Puerta de San Lorenzo”, porque a través de ella se accedía al barrio de su mismo nombre. Esta denominación se alterna actualmente con la de la “Puerta de Bilbao” por acceder por ella a la carretera que llevaba a esa ciudad.
Las puertas principales, como ésta, estaban protegidas por torres ubicadas en su parte superior. Esta puerta estaba provista de fuertes batientes de madera reforzada con herrajes metálicos que la hacían más resistente. El control de las puertas, de su cierre o apertura a través de toques de campana, residía en los representantes anuales del concejo, alcaldes y regidores.
El traspaso de las llaves de las puertas se hacía con testigos y con el escribano público que daba fe. Nadie podía entrar o salir del interior del recinto amurallado después de cerradas las mismas y el que infringía esta ley tenía severos castigos tanto económicos como de cárcel.
Esta capilla, que da nombre a la calle donde se ubica, se fundó anexa al antiguo Hospital de la Villa.
Con elementos arquitectónicos que nos recuerdan al románico, esta capilla fue mandada construir en el siglo XV por D. García González de Escalante y su mujer D. Catalina Fernández del Castillo, para ser enterrados en la misma.
Se conserva el ábside de la misma, con un fresco representando una escena sagrada. Destacan los canecillos externos del ábside con motivos variados y el pequeño campanario con su campana.

Este edificio fue Hospital de la Villa desde el siglo XV. Arquitectónicamente destaca la fachada de piedra sillar con sus arquerías y soportales. Poseía 16 camas para enfermos y era atendida por religiosas.
Fue centro de acogida de los peregrinos que venían a Santiago de Compostela por el Camino de la Costa o los que entraban por mar por el puerto de Laredo. Se destruyó por un incendio y en el año 1.787 se reedificó a costa y expensas de D. Juan Antonio de la Fuente y Fresnedo como reza en la placa de la fachada. En el testamento legó el caudal económico suficiente para la reparación del edificio, adquisición del mobiliario y para su posterior mantenimiento.
La construcción de esta casa data del siglo XV. En ella nació D. Hernando de Alvarado, quien fuera capitán de las tropas del conquistador D. Francisco Pizarro en la conquista del Perú.
Se ubicaba en los arrabales de la villa medieval junto a la Puerta del Tinaco y al lado del convento beaterio de religiosas de Santa Isabel. Destaca en esta construcción la puerta principal en ojiva y la parte posterior del edificio que se extiende por la cuesta de San Lorenzo “el viejo”, viéndose al frente una ventana ajimezada y una balconada del siglo XVI en la fachada del mediodía. Además existe una galería subterránea desde esta casa que era defensa de la familia que la habitó así como de la guarnición del cubo de muralla denominado Puerta de San Lorenzo o de Bilbao.
Esta casa, ubicada entre la calle del Espíritu Santo y lo que fue siglos atrás la Plaza del Mercado, se construyó en el siglo XVII.
Toma su nombre de su propietario D. Antonio Gutiérrez Carriazo y Herrera, cuyo descendiente Juan Manuel fue caballero de Santiago, oficial de la Contaduría General de la Real Hacienda y mayordomo mayor del infante Cardenal.
En su esquina ostenta un escudo con yelmo afrontado dos leones por soportes, amores, trasgos y máscaras y bajo la punta un mascarón. En el cuartel primero lleva las armas de Herrera, aunque el escudo es anterior a la familia Gutiérrez Carriazo.

Frente a la plazuela del Marqués de Albaida, encontramos esta casa-torre del siglo XV, de carácter sobrio en cuanto a elementos decorativos en la fachada principal. Por su parte en la zona norte posee varias ventanas en ojiva y varias ventanas saeteras. Su objetivo principal era ser una fortaleza defensiva. Recordemos como este siglo fue el punto álgido de las guerras banderizas entre la familia de la Obra y los Escalante contra los Cachupines y los Hoyo-Villota (familias fundadoras de la Villa).
En el siglo XIX fue habitada por el jefe de los republicanos laredanos don Pedro Gutiérrez Rada. Fue sede del político liberal D. José María Orense (Presidente de las Cortes en 1.873), noveno Marqués de Albaida y descendiente directo por línea materna de la familia Hoyo-Villota.
Frente a la edificación tenemos la Plazuela del Marqués de Albaida, antiguamente denominada “huerta de los Villota o de los naranjos” y donde se conserva “el primer artificio que adornó la salida del agua en una plaza pública en Laredo”. Una fuente de cuatro caños que es conocida como la Fuente de la Cordera, cuya construcción es del siglo XVIII.
Construida en el siglo XV por la familia Villota del Hoyo, una de las cuatro familias que fundaron y gobernaron la villa desde época medieval. Esta casa torre representa el principio del asentamiento nobiliario en el marco urbano. Además supone una fortaleza defensiva dentro de la villa medieval donde las luchas de los distintos bandos que gobernaban la villa era habitual en este siglo. Se encuentra adosada a la muralla medieval a través de la puerta de San Martín o de la Virgen de la Blanca.
Conserva en su fachada tres escudos, además de un balcón con basamento de piedra, balaustrada de hierro y dos bolas de bronce. En el centro se distinguen las armas de Villota del Hoyo, con su roble terrazado cargado de bellotas, tres fajas, castillo sobre ondas y árbol con animal pasante.
Sucesivos apellidos se van uniendo a esta familia quedando reflejados en los escudos laterales. A la derecha del escudo principal se encuentra presentada las armas de Trellez, que representa a una torre sobre aguas acostada de dos palmeras y entre las ondas tres ballenas. Al lado opuesto nos encontramos con otro escudo perteneciente a las armas de Solórzano que vienen representadas por tres flores de lis y tres hoces al palo. Estos escudos representan las armas nobiliarias de D. Fernando de Revellón, Solórzano, Tréllez y del Hoyo Morí, por eso esta casa torre también es conocida como de Revellón.

Se la conoce también como Puerta de San Martín ya que por ella se accedía a la Iglesia del mismo nombre, extramuros de la villa. Esta puerta forma parte de la muralla medieval del siglo XIII que circunda la Puebla Vieja. Su función especial era la de lugar de encuentro entre el mundo rural y urbano. Era el primer paso aduanero y de control para mercaderes, peregrinos, comerciantes….
Esta puerta poseía una almena en la parte superior que la servía para cumplir su función principal de defensa ya que era una de las puertas principales de la Villa. En época medieval había doce puertas como esta que rodeaban toda la Villa.
Por las tardes y a toque de campana se cerraban, hasta el amanecer del día siguiente y estaba terminantemente prohibido entrar o salir con la puerta cerrada.

Es la Iglesia más antigua de la Villa. Documentada desde 1.068, sufrió reformas en el siglo XV. Ubicada extramuros de la Villa medieval también se la conoce como Iglesia de Santa Catalina, por estar en el barrio de su mismo nombre.
Es de estilo románico, con muros fuertes sin ventanales, de una única planta, con acceso por una puerta en ojiva. Destacando su espadaña de siete huecos, una de las mejores de España en su género.
Perteneció desde tiempo inmemorial a la Cofradía y Cabildo de Mareantes, Navegantes e Hijosdalgo de la Villa de Laredo, la más antigua de España, como corroboró Felipe II. En ella se hacían las Juntas a toque de campana y celebraba su festividad el día once de Noviembre, día de su patrón; tradición que se mantiene en la actualidad.

Es la parroquia matriz de Laredo y patrona de la Villa. Es uno de los mejores edificios, en su línea, del gótico clásico del país, especialmente en su interior por su extensión y arquitectura.
Su construcción data del siglo XIII, potenciada tras el Fuero dado a la Villa por Alfonso VIII y por las recompensas reales tras la conquista de varias ciudades del sur por marinos laredanos.
Descrita como el único templo con cuatro naves y cuatro ábsides, junto a otra quinta de capillas, entre las iglesias góticas españolas.
Destaca como pieza más valiosa de la iglesia el retablo de la Virgen de Belén, obra del siglo XV, que ha sido descrita por los técnicos en arte como la más bella obra de escultura policromada de arte flamenco en Cantabria y uno de los más asombrosos y completos conjuntos de este estilo existentes en Europa.
Ver visita virtual de la Iglesia Santa María
Ver foto en HD del Retablo de la Virgen de Belén

Unos metros más abajo tenemos también la puerta oeste de la Iglesia de Santa María, con arco en ojiva, que todavía conserva las hornacinas donde se ubicaban las pequeñas esculturas religiosas. Formaba parte del segundo recinto amurallado de la Villa, más elevado que el anterior y que circundaba a la Iglesia. Servía de refugio cuando era atacada la Villa y sobrepasada la primera muralla medieval.
Se conservan, actualmente, sobre ambas puertas el paso de ronda, que era un paso estrecho de un metro escaso que rodeaba a la muralla y que servía para que pasaran por él los encargados de velar por la seguridad de la villa.

En esta casa torre del Condestable de Castilla habitaron la reina Isabel “La Católica”, con sus hijos y Carlos V, que llegó a puerto de Laredo en su viaje de retiro al monasterio de Yuste, con sus hermanas Doña Leonor de Francia y Doña María de Hungría, en el momento de abdicar en su hijo Felipe II.
Laredo era la capital de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar y era el puerto más importante de Castilla en esta época. Fruto de ello es que fuera elegido ya no sólo como puerto comercial para el comercio con Europa y las Indias sino también como puerto real. Por él salió y entró la Reina Isabel “la Católica” y sus hijas en sus respectivos matrimonios con príncipes europeos.
Desde Laredo despachó numerosos asuntos destacando la carta que le envió a Cristóbal Colón, agradeciéndole los consejos que este le dio para el viaje que tenía que realizar a Flandes con su hija Juana “la Loca”. También habitó en ella el príncipe Juan y otra hija como Catalina de Aragón, en 1.501, que había de ser esposa del rey de Inglaterra.
Hoy este edificio singular alberga el Archivo Histórico Municipal de la Villa de Laredo.

Esta edificación la construyó D. Diego en el año 1.731 sobre una antigua casa fortaleza del siglo XV que se devastó en un incendio en el siglo XVI. Todavía conserva elementos arquitectónicos que le dan el aspecto de fortaleza como las ventanas saeteras de la planta baja.
Arquitectónicamente destacan los dos balcones de basamento de piedra y balaustrada de hierro y en especial el soberbio escudo, timbrado por yelmo y con adorno grácil de lambrequines que pisan cuatro amores que hacen de tenantes y bajo la punta una cabeza de león.
Las armas que figuran en el campo cuartelado del escudo son las de Cacho, Rada, Sierra y Rivas, que pertenecen al dueño de la casa quien recibiera el certificado de armas a principios del siglo XVIII. El mismo personaje posee una casona en el barrio de Valverde con el mismo escudo y que servía para su veraneo.
A modo anecdótico es de destacar que en esta edificación se conserva en su esquina un guardacantón, elemento que servía para proteger los esquinazos de la edificación del roce de las carretas y carros.
Esta es la casa del capitán D. Domingo de Rosillo Palacio, que la edificó en el siglo XVII junto a su mujer Dª María de Villota y del Hoyo, hija del Comisario de la Santa Inquisición Francisco de Villota. D. Domingo de Rosillo fue Capitán de la Real Armada en Flandes.
Posee un hermoso escudo, de buena labra, timbrado por yelmo y don dos leones por soportes muy barrocos, con campo cuartelado con las armas de Rosillo, Palacio, Hoyos y Castillo.
En esta casa nació en el siglo XIX el político y escritor laredano D. Jose María Orense, quien fuera noveno Marqués de Albaida.

Del s XV, es una de las seis torres que tuvo el Condestable de Castilla, Duque de Frías en Laredo. Se ubica junto a la muralla medieval del siglo XIII. De hecho, una de sus paredes formaba parte del recinto amurallado.
En ella habitó el Condestable Pedro Fernández de Verlasco a quien el rey de Castilla, Enrique IV, le concedió en prenda los diezmos de la mar de Castilla.
También recibe el nombre de merino porque en ella habitó el Merino Real (un oficial de la administración y justicia nombrado por el Rey, para determinado territorio). De esta edificación arrancaba la Puerta de la Escala, que daba acceso a la dársena o puerto.

Situada frente a lo que fue Palacio del Gobernador, toma su nombre de la marquesa que la habitó en el siglo XIX. Esta casa, construida en el siglo XVII posee un soberbio escudo con las armas de Sisniega, Cachupín, Pedrero y Pereda.
Estas son las armas del matrimonio D. Pedro de Sisniega Cachupín y doña Catalina de Pedrero Pereda, quienes contrajeron matrimonio en la Villa de Laredo en el siglo 1.641.

Afortunadamente, a lo largo del recorrido por la Puebla Vieja, aún podemos encontrar tramos de la muralla medieval construida en el siglo XIII y que circundaba la villa en diferentes puntos del casco antiguo. Contaba con doce puertas que servían de acceso durante el día a diferentes puntos de la antigua ciudadela.

Este edificio de arquitectura civil y sólida construcción, data del año 1.562. Fue diseñado por Simón de Bueras en 1.557 y fue construido por el arquitecto D. Juan de Cerecedo y Lope García de Arredondo. Los trabajos de labra de la piedra a cargo del entallador Diego de Cicero.
Constituye la muestra más representativa de la arquitectura civil renacentista en Cantabria.
En su fachada principal figuran tres escudos que representan el mismo campo, con las armas de la Villa al frente como figuran desde el siglo XVI, con una torre sobre aguas, acostada de dos navíos y otro a la punta. Escudo concedido por el rey Fernando III el Santo y que conmemora las hazañas realizadas por los marinos de Laredo en la toma de ciudades del sur a los árabes.
Arquitectónicamente vemos una serie de arcos de medio punto en el piso inferior, y escarzanos en el superior, abriéndose una galería porticada tanto para la escribanía como para los asuntos económicos que se ejercían en el Ayuntamiento. También posee varias balconadas que servían para presidir los actos solemnes.

Esta edificación nobiliaria data del siglo XVII y se hallaba al lado del río Bario, navegable en época medieval y moderna, hoy canalizado y abovedado, que discurre bajo la carretera. Posee una fachada de piedra de sillar y destacan las balconadas con basamento de piedra, balaustrada de hierro y adornado con bolas de bronce. Ostenta un soberbio escudo de armas, timbrado por un adorno. En los cantones superiores vemos dos sirenas y bajo ellas sendos leones hacen de soportales, pisando con sus patas dos bustos de mujer. Las armas del escudo pertenecen a los apellidos Mar, Libarona, Arce y Mantilla.
Si nos dirigimos a la plaza Cachupín, pasado el Palacio de Zarauz, está la casa torre del Hoyo, o casa de Vélez Cachupín. El apellido de la mar procede de un caballero que tomó parte en la Batalla de Clavijo (884). Por ser natural de cerca del mar Cantábrico le llamaron De la Mar, poniendo en el escudo 8 leyendas propias de todos aquellos que lucharon en aquella batalla.

Esta casa fue adquirida en el siglo XVII por el capitán a guerra D. Juan García del Hoyo, Alvarado y Escalante. En su fachada principal posee un balcón corrido con basamento de piedra sillar y encima un soberbio escudo de armas de las familias García del Hoyo, Escalante y Alvarado Mori.
Desde el siglo XVIII perteneció a la familia Vélez Cachupín, primero a D. Tomás, que fue capitán General de Nuevo México y posteriormente a Modesta Vélez Cachupín “la Cachupina” ya en el siglo XIX, familia que albergó al conquistador Simón Bolivar en sus estancias en la Villa de Laredo.