Historia

laredo vista de la puebla vieja

Primera referencia escrita

Laredo se sitúa en el antiguo territorio de los cántabros coniscos, que habitaban ambas márgenes del río Asón.

La primera referencia escrita de la existencia de Laredo se remonta al año 968, en la que se indica su existencia en el año 757 como poblado de pescadores, según se cita en la obra Antigüedades de España, del abad Francisco de Berganza.

También se hace referencia a Laredo en el Cartulario del Monasterio de Santa María del Puerto de Santoña, que data de 1068, donde se trata la entrega al monasterio de Santoña de unas heredades de la iglesia de San Martín de Laredo y su cementerio.

Privilegios Reales

En 1200, recibe el privilegio de ser villa real con jurisdicción propia. El 25 de enero de ese año, el Rey Alfonso VIII firma, en Belorado (Burgos), el privilegio que le otorga el fuero. En el fuero, se establecen que los límites jurisdiccionales de Laredo se extendían por la costa, entre la desembocadura del Asón al oeste y la del Agüera al este, y por el interior hasta Ampuero. La concesión del fuero otorga una gran importancia a Laredo. Muestra de ello es la presencia de marineros laredanos en la conquista de Sevilla (1248) (acontecimiento recogido en el escudo municipal) y su inclusión en las Cantigas de Santa María (Alfonso X ‘El Sabio, siglo XIII). Además del apoyo decidido de los monarcas (exención de portazgo -1255).

Todo provoca un aumento de la población que se extiende entre la Iglesia de Santa María de la Asunción y el arroyo Bario; estaba protegida por una muralla (aún quedan restos); y se dividía en tres rúas, de este a oeste: San Martín, En Medio y Yusera; y de norte a sur: Ruamayor, Carnicerías Viejas (hoy San Marcial), Santa María y Azoque.

En 1339, Laredo participó en la toma de Tarifa con el barco San Nicolao y, en 1375, en la victoria de Rochela que contribuyó al restablecimiento del comercio castellano con Brujas.

En el siglo XV, la villa continúo aportando barcos y hombres a las empresas comerciales, bélicas y pesqueras de la época; y asiste a la paulatina desaparición de la comunidad judía laredana.

Edad Media

La villa ya pertenece al Corregimiento de las Cuatro Villas de la Mar (Castro Urdiales, Laredo, Santander y San Vicente de la Barquera), tiene 2.000 vecinos y vive una época brillante, respaldada por los Reyes Católicos.

Los Reyes Católicos favorecen el desarrollo de Laredo como puerto más cercano a Castilla y van a protagonizar, ellos y sus descendientes, varias estancias en la villa, destacando las de Isabel La Católica que despide en el Puerto de Laredo a su hija, Juana La Loca, camino a su casamiento con Felipe El Hermoso; y de Carlos V, que arribó en 1556 en el mismo lugar para iniciar su viaje hacia el Monasterio de Yuste.

En 1629, la villa es nombrada capital del Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar, lo que convierte a Laredo en el concejo más importante y extenso del territorio.
De hecho, es sede permanente del corregidor real, que comprende la actual Cantabria, y se presenta como la villa que controla los privilegios que le conceden los reyes.
Esos privilegios son de temática variada, pero afectan principalmente a los límites jurisdiccionales de la villa, a las exenciones fiscales de sus vecinos, a los privilegios de pescar y comerciar, además de ordenamientos de sus mercados francos.
De esa época se conserva el Arca de las Tres Llaves, lugar donde se depositarán la documentación municipal y que es custodiado por tres oficiales del concejo.

Siglo XIX hasta nuestros días

Laredo ha pasado a ser ayuntamiento (1822) y ha perdido el bastón (1836) y el corregimiento y las instituciones que en él se pudieran ubicar.

Expansión de Laredo hacia El Puntal. Mediados del Siglo XX.
En la segunda mitad del siglo XIX, la instalación de fábricas de conservas y salazones (a lo largo del siglo XX ocupan el primer puesto dentro del sector secundario) provocan el despegue de la villa.
El turismo irrumpe en la villa, el cual está llamado a transformar su economía y su aspecto físico. En 1876, se publica la ‘Guía de los Baños de Mar en Laredo’; se produce la urbanización de amplias zonas del entorno del casco medieval e inicio de las obras del puerto pesquero (1883).
La primera oleada urbanizadora conduce a la ocupación de la zona de El Canto, prosiguiendo por los terrenos adyacentes a las alamedas, la playa y las viviendas unifamiliares, conformando el Ensanche laredano.
En 1960 se produjo el descubrimiento de Laredo por el turismo internacional y se bautizó a la villa como “Capital de la Costa Esmeralda”. Es así como Laredo despierta del letargo en el que le había sumido la pérdida de la capitalidad en el siglo XIX.
En 1961, se rueda en Laredo “El Coloso de Rodas”, una película de Sergio Leone, que tiene como protagonista a un Rory Calhoun en el declive de su carrera.
En la postguerra, fracasan proyectos constructivos y la especulación prepara la zona que se extiende entre los terrenos próximos a la Puebla Vieja y el Puntal. Llega el ‘boom’ urbanístico y el turista francés.
Actualmente, Laredo configura su desarrollo urbanístico y el turismo sigue siendo una de las principales fuentes de su economía. En 2006 se iniciaron las obras de su nuevo puerto deportivo y pesquero que duraron cinco años. A 26 de marzo de 2011, el puerto deportivo Marina de Laredo quedó oficialmente inaugurado con un montante inversor de cerca de 80 millones de euros. Alberga casi el 30 por ciento de los amarres deportivos que hay en Cantabria y se convierte en el puerto deportivo de mayor importancia y envergadura del Cantábrico.